(Lee este artículo en inglés)

Os presentamos IUVIA, un dispositivo y sistema operativo diseñados contando con la privacidad, para reclamar la soberanía de nuestros datos, apropiado para particulares y organizaciones.

Coronavirus: probablemente, una de las palabras más repetidas en las noticias últimamente e incluso en conversaciones casuales. El pequeño SARS-CoV-2 es mortal y mundial, nos mantiene despiertos y preocupados por nuestros amigos o familiares distantes; mantiene a la clase política pensando, a compañías perdiendo valor bursátil, inversores perdiendo la calma y confianza en el mercado, a la clase trabajadora perdiendo sus empleos, y a la mayor parte de nosotros, confinados en nuestras casas.

Nuestros datos cuentan otra historia. Cuando estamos en casa y en medio del distanciamiento social, hacemos uso de Internet (que ahora claramente puede verse como un servicio esencial en el primer mundo, a la par que el cuidado sanitario o la comida) para poder hablar con nuestros seres queridos. Muchas compañías desconfiadas de las soluciones remotas están ahora viéndose forzadas a desplazar a su clase trabajadora al trabajo remoto como último recurso antes de despidos masivos e incluso la quiebra. Y parece estar funcionando para algunas.

Esto significa que muchas compañías que no estaban preparadas para ello acaban de ser forzadas a utilizar la nube, incluso aquellas que pudieran tener fuertes opiniones en contra, para, meramente, sobrevivir este tiempo.

Por lo tanto, algunos datos confidenciales están ahora, desafortunadamente, más cerca de malhechores y del mercado negro. La prisa en "remotizar" la fuerza de trabajo ha llevado a utilizar portátiles y dispositivos potencialmente inseguros, pudiendo ahora acceder datos protegidos sin medidas de seguridad e higiene estándar para equipos de trabajo remotos utilizando las TIC.

Imagen por IUVIA (CC-BY)

IUVIA surgió originalmente de nuestros propios deseos de poder tener alternativas a las nubes corporativas. Ha sido un largo camino establecer todas las conexiones y puntos débiles de integrar diversas soluciones libres, y nuestra intención siempre ha sido reducir el salto a dar y proveer una plataforma coherente utilizando soluciones libres. Aunque ya llevábamos colaborando y trabajando en esta cuestión por nuestra cuenta, NGI LEDGER fue la pieza que encajó y nos permitió juntar recursos suficientes para priorizar nuestro trabajo en una idea que ya habíamos comenzado a fraguar en GPUL, una organización para el fomento del software libre y grupo de usuarios de linux local en A Coruña, en el noroeste de España. Durante esta pandemia, hemos podido depender únicamente de servicios software libre, que podríamos proveer como parte de IUVIA, y de un Internet neutral para conectarnos a ellos y seguir trabajando.